Newsletter

Newsletter

Beneficios de desayunar en familia

Para un buen número de especialistas, el desayuno es la comida más importante del día. En primer lugar, porque aporta la energía necesaria para afrontar la jornada. Ten en cuenta que, durante el sueño nocturno, el cerebro desconecta y precisa de combustible alimenticio para reactivarse después. Además, preparar cada mañana un buen desayuno para compartir es un enfoque extremadamente positivo para la cohesión y la unidad de cualquier familia.

En esta entrada, vamos a profundizar juntos en esta importancia física y social de la primera comida del día.

¿Por qué compartir un desayuno en familia?

Un estudio realizado por Kellog’s Nutrition, la archiconocida empresa de cereales, ofrece datos significativos sobre las consecuencias de compartir un desayuno en familia de forma regular. Lo cierto es que, a tenor de estos resultados, todos deberíamos optar por este planteamiento cuando tenemos hijos en edad escolar:

  1. Aumenta en un 24 % la posibilidad de los hijos coman de forma saludable.
  2. Desciende en un 20 % el peligro de consumir alimentos insanos.
  3. Se reduce en un 35 % el riesgo de padecer un trastorno alimentario.
  4. Disminuye en un 12 % la posibilidad de sufrir sobrepeso.

Desde un punto de vista físico y nutricional, estos indicadores ya son suficientemente importantes por sí solos como para animarnos a desayunar en familia. Sin embargo, hay muchos factores positivos más que se derivan de esta práctica.

Vivimos en una sociedad en la que los jóvenes, los adolescentes y los niños se encuentran expuestos a innumerables estímulos de información, muchos de ellos contradictorios. Quizás debido a ello, la ruptura generacional, al menos en términos de comunicación, parece más insalvable que nunca. En este contexto, desayunar juntos es un buen antídoto para algunos de los peligros sociales del entorno.

Beneficios sociales de desayunar en familia

Comenzar la mañana compartiendo algo tan simbólico como la primera ingesta del día es un aspecto fundamental para cualquier grupo humano. Si te preguntas por qué compartir un desayuno, fíjate bien en todas estas consecuencias positivas que produce:

  • Los niños y los adolescentes comparten un tiempo distendido con su gente más cercana y, en principio, querida.
  • Se potencian las habilidades comunicativas de los presentes.
  • La comunicación familiar se consolida y fluye con mayor naturalidad.
  • En consecuencia, se estrechan los vínculos emocionales, los lazos familiares se consolidan y la confianza entre todos se incrementa.
  • Se identifican y se aprenden los usos de cortesía y los buenos modales en la mesa.
  • Los participantes inician el día de manera positiva, sintiendo el apoyo de sus seres queridos y el refuerzo del grupo.
  • Se refuerza la percepción de unidad familiar y respaldo colectivo.
  • Se establece un momento del día insustituible para todos, idóneo para hablar de las cosas que pueden afectar a todos los presentes.

Como ves, compartir los desayunos en familia es una iniciativa enormemente positiva para todos. Los niños, los adolescentes y los jóvenes comen mejor, se relacionan con su entorno más próximo en un ambiente desenfadado y positivo y se sienten más integrados y valorados. En cuanto a los adultos, más allá de todo lo anterior, acortamos distancias con nuestros descendientes y estamos mucho más al día de lo que les ocurre o podría llegar a ocurrirles. Asimismo, ¡comemos mejor y más sano cuando estamos con ellos!

Afronta el día con energía gracias a estos desayunos en familia

Si ya estás convencido de que desayunar en familia es tu próximo objetivo doméstico, debes comenzar cuanto antes. Fundamentalmente, estas dos estrategias te ayudarán a acelerar el logro de este objetivo:

  • Sé paciente. Empieza poco a poco, con uno o dos días a la semana, y paulatinamente ve estableciendo esta rutina diaria. Al principio no impongas a nadie la presencia y sé un tanto flexible. El objetivo es que se convierta en una participación voluntaria, considerada beneficiosa por todos y para todos. Si se vive como una obligación desde el comienzo, acabará separando antes que uniendo.
  • Prepara desayunos ricos. Este es un factor determinante. A menudo desayunamos poco, mal o de forma improvisada. Cuando se nos ofrece un desayuno apetitoso cada día, como ocurre en los hoteles, tendemos a alimentarnos mejor. Busca tus aliados en casa para hacerlo también con tu familia.

¿Qué desayunamos juntos?

Una de las máximas a aplicar es que esta primera comida del día debe ser variada y saludable. Es importante que incluya un elemento lácteo, cereales, fruta, proteínas sin grasas excesivas y un poco de mantequilla o aceite para completar la ingesta.

Es cierto, por otra parte, que la creatividad ayuda a potenciar estos encuentros familiares alrededor de un desayuno. Por eso, te proponemos algunas recetas atractivas que te ayudarán a conseguir este propósito:

  • Sándwiches vegetales. Puedes prepararlos con panecillos integrales o rebanadas de pan de molde integral. Combina, por ejemplo, champiñones, pimienta negra, tomates o espinacas y una chorradita de aceite de oliva virgen extra. Si quieres, incluye un poquitín de queso fresco y, tal vez, una cucharada de mermelada. ¡No quedará ninguno en el plato!
  • Batido frutal. Elige la combinación de macedonia que desees, aunque las frutas con colores vistosos, como las fresas, las frambuesas, los arándanos, las cerezas o la naranja, son los más recomendables. Trocéalas y mételas en la licuadora con leche semidesnatada o, si lo prefieres, de soja o de almendras. ¡Te saldrá delicioso! Sírvelo en una jarra transparente, para que su colorido alegre, o directamente en vasos o tazas que puedes decorar con trocitos de fruta.
  • Yogur al gusto. Es verdad, abrir una tarrina de yogur del super es más rápido y, a priori, parecido. Pero si viertes yogur líquido natural en un recipiente y le añades trozos de fruta con un poco de mermelada, conseguirás un producto más sano, apetitoso y familiar. ¡Todos estarán deseando probarlo!
  • Crepes rellenas de salud. A los peques les encantan estas finas láminas de origen francés. Puedes comprar las bases o elaborarlas tú con harina, huevos, leche, mantequilla, canela, vainilla y una pequeña dosis de azúcar. Prepáralas, eso sí, muy finitas. ¿El relleno? Mermelada baja en grasa, chocolate casero elaborado con cacao puro o un relleno salteado de huevo a la plancha, jamón de pavo y queso fresco. ¿Quién puede decir que no a un manjar como este?
  • Avena para todos. Esta es una de las grandes revelaciones de la nutrición saludable actual, así que deberías incorporarla a estos desayunos compartidos. Una buena alternativa es recrear los boles de cereales industriales que tanto triunfan entre los pequeños, pero de forma saludable. Mezcla en una olla leche, una ramita de canela y avena hasta que hierva. Tras bajar el fuego para que se espese, incorpora esencia de vainilla y, cuando esté tibia, un poco de miel. Por separado, en una sartén dora mantequilla con unas láminas de plátano y, después, añade trozos de manzana. Antes de servir, incluye un picadillo de nueces y, si te apetece, chocolate negro rallado. ¡Les encantará esta avena!

La imaginación es la clave. A veces, la escasez de tiempo nos impide incorporar este tipo de recetas a diario. Pero hacerlo de un modo periódico ayuda a convertir el desayuno en un momento único de sabor, salud, energía positiva y convivencia familiar. Preparar cada desayuno para compartir supone invertir en la vitalidad y el bienestar de todos. Entra en las sección Recetas de Casa Bruñó y descubre algunas ideas para hacer unos desayunos riquísimos.

¿Por qué es beneficioso practicar ejercicio antes de un delicioso desayuno?

Entrenadores deportivos y nutricionistas están de acuerdo: practicar ejercicio antes de desayunar aporta grandes beneficios para la salud. En un estudio de pérdida de peso en Reino Unido, los científicos descubrieron que las personas que realizaban algún ejercicio físico moderado en ayunas perdían el doble de grasa que los que entrenaban tras ingerir algún tipo de alimento.

Expertos en entrenamiento como Max Lowery, escritor de The 2 Meal Day, han demostrado que sacudirte de encima el sueño y activarte tiene una serie de beneficios en el organismo. Entre otros, mejora la respuesta a la insulina, aumenta la quema de grasas y disminuye los niveles de azúcar en sangre.

Cada vez aumenta el número de personas que realizan sus rutinas de entreno en ayunas, es decir, sin ingerir alimento sólido antes de ponerse en marcha. Es una tendencia que está ganando adeptos como solución para bajar peso.

Para saber si esta práctica va contigo, es aconsejable que tengas en cuenta algunos aspectos sobre tu constitución física, metabolismo y tipos de ejercicio que haces. Los ejercicios de tipo aeróbico, como correr o nadar, o de fuerza, como levantar peso, son diferentes de otros ejercicios de flexibilidad como el yoga. Cada uno tiene unas características particulares. En los ejercicios más suaves como el yoga, la quema de grasa no supone un objetivo ni es tan intensa como en otros. Es recomendable que tomes algo ligero como un yogur o una fruta antes de practicar tus asanas.

Si estás pensando en cambiar tus rutinas de entrenamiento, te ofrecemos una serie de consejos sobre esta modalidad.

Razones por las que es saludable practicar ejercicio antes de desayunar

Varios estudios han demostrado recientemente que cambiar el momento de la ingesta de alimentos en relación con el entrenamiento genera cambios significativos en la salud.

Tu cuerpo se nutre de tres fuentes principales: proteínas, carbohidratos y grasa. Cuando despiertas tras el sueño de la noche, para obtener energía tu cuerpo consume la grasa que se almacena en los tejidos. Tus niveles de insulina son muy bajos y el organismo tiene que alimentarse. Por ello, recurre a las reservas de glucógeno de los músculos y a la grasa. Si prolongas el ayuno durante una hora y haces ejercicio en ese intervalo de tiempo, la quema de grasa aumenta el doble.

Además, el ejercicio matutino ayuda a controlar el azúcar en la sangre y así reduce el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardíacas. Mejora la flexibilidad metabólica y el nivel de triglicéridos en sangre y disminuye el colesterol malo.

También resulta beneficioso para aumentar la hormona del crecimiento, pues ayuda a producir más tejido muscular y a mejorar la calidad de los huesos.

Aunque el ayuno debe ser a base de alimentos sólidos, es aconsejable beber líquidos antes y durante el ejercicio para mantenerse hidratado. El agua es indispensable, pero un té verde caliente en invierno te puede ayudar a activar el metabolismo.

Existe la creencia de que entrenando a primera hora se consume gran cantidad de energía y que el resto del día estarás con la energía por los suelos y no realizarás tus actividades diarias. Sin embargo, es al contrario. Los músculos responden con mayor sensibilidad a la insulina y aumentan las proteínas que regulan la glucosa en sangre. El organismo se activa y, con una alimentación sana, podrás enfrentarte a tus retos diarios sin problema.

Al margen de los beneficios que repercuten directamente en el organismo, el deporte antes del desayuno también tiene grandes beneficios para la salud mental. El ejercicio matutino ayuda a concentrarse mejor y a saber controlar la respiración. Algunas personas sufren ansiedad al despertar, por lo que practicar deporte es una excelente forma de buscar el equilibrio. Establecer una rutina con la que comenzar el día prepara para seguir el día con las rutinas habituales. Realizar ejercicio activa las endorfinas. Arrancar con las “pilas cargadas” supone una forma excelente de mantener la energía a lo largo del día.

No todas las personas pueden realizar ejercicio en ayunas. Por su tipo de metabolismo, algunas personas se levantan con la tensión muy baja. Por ello, no es conveniente que entrenen sin ingerir algún alimento. De lo contrario, podrían sufrir mareos, náuseas o desvanecimientos. Si te sucede, puedes comer un plátano antes de iniciar la actividad deportiva.

Desayunos deliciosos y sanos para después de hacer deporte

Después de tu rutina de ejercicio entrenando duro, llega el momento de recuperar fuerzas. Pero es esencial un desayuno adecuado para lograr una buena recuperación. Los hidratos de carbono y las proteínas son fundamentales. Los hidratos ayudan a reponer el glucógeno que los músculos han perdido. Las proteínas aportan aminoácidos que facilitan la reconstrucción muscular. Deporte y desayuno, la combinación perfecta.

Aquí van algunas ideas de desayunos sencillos y nutritivos para reponerte. Van desde el desayuno con frutas más sencillo y rápido de preparar a otros más elaborados que necesitan algo más de tiempo. Pero todos están deliciosos.

Yogur griego con fruta y cereales

Por su contenido graso, el yogur griego posee el doble de proteínas que un yogur normal. Además, es una estupenda fuente de calcio. Perfecto para tener unos huesos fuertes. Añadir en un bol al yogur una manzana, piña rica en fibra y frutos rojos lo hace doblemente nutritivo. Si buscas un triple combo, corónalo con cereales o nueces. La avena es un cereal sano, energético y cargado de fibra.

Batido de leche vegetal

Las leches vegetales de almendras, avena o avellanas son ricas en proteínas e hidratos de carbono. Te ayudarán a recuperarte después del ejercicio y, además, son muy pobres en grasas. Es aconsejable consumir leches vegetales no azucaradas. Añade un plátano. Es rico en hidratos de carbono, vitaminas, minerales y fibra. Una cucharada de avena le aportará un equilibrio perfecto. Un desayuno saciante y rápido de preparar.

Huevos escalfados con tostada de pavo y aguacate

El huevo es un gran aporte de proteínas y aminoácidos esenciales. Después del ejercicio se rompen fibras musculares y el huevo ayuda a repararlas. Una loncha de pavo contiene proteínas y cero grasas. El aguacate es una fuente de salud y vitalidad. Tiene más potasio que el plátano. Bajo en colesterol y triglicéridos y rico en fibra.

Pavo a la plancha con puré de boniato

Si después del entrenamiento tienes tiempo para prepararlo, es perfecto. Es un desayuno más contundente y elaborado de lo habitual, pero indicado para reponer energías y muy completo. El pavo aporta proteínas. El boniato, carbohidratos como la glucosa. Puedes añadir más verduras a la plancha como guarnición. Un plátano de postre es el complemento ideal. Con este desayuno renuevas energías y te saciará hasta la hora de la comida.

Como has podido ver, practicar ejercicio antes de desayunar resulta muy saludable. Gracias a la quema de calorías que sufres, verás resultados inmediatos en tu entrenamiento. Pero es conveniente realizar un entrenamiento de rendimiento medio, no intensivo. Consumir líquidos antes, durante y después del ejercicio te ayudará mantener una adecuada hidratación. Y tras el ejercicio, es vital preparar un desayuno rico en proteínas e hidratos para recuperar la energía. El ejercicio matutino te activa para el resto del día. Te ayuda a concentrarte y a mantener el equilibrio frente al ajetreo del día a día. Para descubrir más ideas sanas, síguenos y suscríbete. Te ofrecemos contenidos interesantes sobre consumo, nutrición, estilo de vida y salud.

Lo sentimos.

Para reproducir los videos debe aceptar nuestra política de cookies.