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Ideas para que lo niños coman de una forma más sana y sostenible

Dicen que somos lo que comemos y, eso, en cierto modo, es cierto. Por eso es muy importante que desde pequeños comamos de forma saludable para mantenernos más sanos y fuertes y, además, para ayudar a cuidar el planeta. Pero ¿cómo podemos conseguir que nuestros hijos coman de una manera más saludable y sostenible? Te damos unas cuantas ideas que creemos que te van a encantar.

Aprende algunas recetas creativas con verduras
A los niños no les suelen gustar las verduras, pero si los acostumbramos a tomarlas desde muy pequeños y se las damos en recetas creativas, seguro que las aceptan. Unas minipizzas con pisto, unos chips de verduras, la lasaña de champiñones o los espaguetis con salsa de tomate natural son solo algunas ideas. Además, estarás contribuyendo a la salud del planeta. Y es que un exceso generalizado de consumo de carne produce mayor impacto ambiental.

Tener un pequeño huerto en casa
Un pequeño huerto en casa, además de encantar a los niños, te suministrará productos sanos y sostenibles y te llevará un trozo de naturaleza a la ciudad. Haz que tu hijo participe en el cuidado de este y en la recogida de lo que produce.

Haz tus dulces caseros
¿A qué niño no le gustan los dulces? Para darles un capricho, sustitúyelos por opciones más sanas hechas en casa. Puedes hacer bizcochos, galletas, flanes, natillas… siempre con alimentos de calidad y sin aditivos. Recuerda ponerles poco azúcar o, en todo caso, miel, panela o alguna otra alternativa saludable. ¿Quieres una receta fácil y rápida? Haz un bizcocho con manzana en la sartén.

Productos locales y de temporada
Apostar por los productos locales y de temporada es la mejor manera de ayudar al planeta y de darles a tus hijos productos frescos y sanos. Comprando a granel no estarás haciendo uso de los plásticos o latas, lo que es una excelente acción para proteger el medio ambiente. Ve con tus hijos a hacer la compra para enseñarles por qué eliges unos productos y no otros y coméntales la importancia de ir a la compra con las bolsas de casa.

Cocina con los niños de manera sostenible
Cuando los niños cocinan sus propios platos con alimentos sanos desde muy pequeños, se acostumbran a comer de una manera más sana. Prepara platos en los que ellos participen ,como ensaladas, bizcochos, galletas o tostadas. Coméntales que hay que hacer uso de las energías de manera responsable: uso del agua del grifo o la importancia de terminar de cocinar un plato con el calor residual.

Cuida la merienda y el tentempié del cole
Muchas veces descuidamos la merienda y el tentempié que toman los niños en el cole y optamos por batidos y bollería industrial poco saludable. No caigas en la tentación y ponles en la mochila alternativas más saludables. Si no tienes tiempo para preparar un bocadillo con un buen pan de cereales y queso o un paté vegetal casero, pon un plátano y sus frutos secos favoritos. Tan sencillo como saludable y rico.

La importancia del pan
El pan es un alimento básico de cualquier dieta saludable y, por supuesto, en la dieta de losniños. El problema es que muchas veces no somos conscientes de que quizás el que estemos comprando no sea muy sano. El pan de molde y otros panes del súper están repletos de azúcares, aditivos y conservantes. Acude a panaderías locales y apuesta por panes sanos elaborados con masa madre y distintos cereales.

Haz que utilice envases reutilizables
Enséñale desde pequeño a usar envases reutilizables para la comida. Por ejemplo, tuppers para la merienda del cole, pajitas de bambú o acero o bolsas de tela para que te ayude a realizar la compra. Con estas pequeñas acciones estaréis haciendo mucho por el medio.

El pescado, ese gran enemigo
A los niños no les suele gustar mucho el pescado. Pero además de ser más saludable que un excesivo consumo de carne, su producción es más sostenible. ¿Cómo puedes introducir el pescado en la dieta de los niños? Puedes hacerlo en croquetas, albóndigas, hamburguesas, pasta, pizza…

Recetas con legumbres
Las legumbres son otro de los alimentos que no gustan demasiado a los niños, sobre todo en potajes, y además son muy sostenibles. ¿Sabías que hay pasta de legumbres, por ejemplo? Es una buena forma de que los niños coman legumbres. También puedes incluirlas en ensaladas atractivas, en hamburguesas y albóndigas, en patés o en las cremas de verduras.

Polos y helados caseros
Los polos y los helados son unos de los grandes amigos de los más pequeños. El problema es que los industriales están repletos de grasas saturadas, aditivos y azúcares. Haz tus propios helados y polos con frutas de temporada, zumos naturales recién hechos y leche. Preséntalos de una manera atractiva en envases de polos reutilizables con formas divertidas y haz que ellos te ayuden a prepararlos.

Prueba estas ideas y verás como comer sano y sostenible ahora les encanta. Descubre recetas nuevas en nuestra sección de recetas de Casa Bruñó.

Seis trucos para que los más pequeños de la casa coman fruta

La fruta es un elemento capital en la salud de todas las personas y, muy especialmente, cuando se trata de niños. Sin embargo, con frecuencia estos se resisten a comerla, algo que también sucede con la verdura.

Como consecuencia de ello, se alejan de una alimentación infantil saludable, ya que dejan de ingerir alimentos ricos en vitaminas y otros nutrientes fundamentales para su crecimiento y su salud.

Según el estudio COSI realizado por la OMS en toda Europa sobre la obesidad Infantil, solo un 40 % de los niños europeos comen frutas frescas todos los días, y apenas un 20 % consumen verduras a diario.

Ahora bien, no es una batalla perdida. Al contrario, si actúas con imaginación y empatía, empezarás a familiarizarlos con el consumo de todo tipo de frutas.

En este post, precisamente, te presentamos algunos trucos útiles para acostumbrarlos a comer este sano y sabroso alimento.

Seis consejos para que los niños coman fruta

En tu propósito de habituar a tus peques a las ingestas frutales, hay una serie de estrategias que van a ayudarte enormemente. Hemos seleccionado media docena de trucos favorables a tus objetivos.

1. Sé un ejemplo permanente

Los niños son esponjas: se fijan en su entorno para aprender por imitación y, sobre todo, se apoyan en lo que ven hacer a sus seres más queridos o admirados.

¿A que a tu pequeño le encanta jugar a ser mayor y parecerse a ti o a la gente que ama? Si los adultos no toman frutas en su casa, él no se sentirá movido a hacerlo. ¡No tiene referentes al respecto!

Es imprescindible que ellos puedan verte comer todo tipo de piezas y, en lo posible, compartir a su lado esta experiencia. En los postres de las comidas o las cenas, en el desayuno o en las meriendas, cuando coméis en familia y os ven degustar con satisfacción esos productos frutales, se sienten atraídos hacia ellos.

Todas las empresas y los profesionales de la nutrición afirman que el ejemplo es irrenunciable. En este caso, debes empezar dándole la vuelta a aquello de «consejos vendo que para mí no tengo». No solo inspirarás su imitación, también tú te beneficiarás de una dieta más saludable y vitaminada.

2. Haz las frutas accesibles

Piensa en un coco. Si lo ves bien cortadito en una bandeja refrescante, se te irá la mano a tomar un trozo y degustarlo. Si te lo encuentras sin abrir en un estado completamente agreste, posiblemente elegirás otro piscolabis diferente.

Salvando las distancias, esto es lo que les ocurre a nuestros niños a menudo. Pelar una naranja o abrir un melón o una sandía puede resultarles algo inalcanzable o desmotivador.

Por eso es tan importante que vean las frutas a su alrededor y las encuentren accesibles. ¿Quién puede resistirse a un llamativo bol de melón y sandía listo para ser degustado?

Tienes que aprovechar el gran impacto visual que tienen las piezas frutales, sobre todo entre los niños. Si las mezclas con acierto, se convierten en una fuente multicolor con un gran atractivo. La macedonia ya preparada les resulta, por ello, mucho más llamativa que una pieza única. ¡Deja a la vista estas fuentes ya cortadas y sus deditos no tardarán en elegirlas!

Otra alternativa son las brochetas frutales: en cuanto las ven preparadas, sienten la necesidad de saborearlas.

3. Mézclalas con los productos que les gustan

Esta sugerencia puedes aplicarla para cualquier alimento que desees introducir en su dieta. ¡Combínalo con otro que le encante!

En el caso de las frutas, te sugerimos mezclarlas con leche —incluso chocolateada— o con yogur. Es algo habitual en la industria láctea, pero tú puedes preparar estas combinaciones en plan casero de un modo más sugerente.

También es una buena opción incluir frutas en ensaladas, salsas o gazpachos. El melón, la sandía, la manzana, la piña o los frutos del bosque son alternativas polivalentes al respecto.

Incluso puedes plantearte recetas más elaboradas: algunos burgers ya comercializan hamburguesas condimentadas con rodajas de plátano. ¿Crees que les gustarán a tus hijos?

4. Crea presentaciones divertidas

No hace falta ser un chef con estrella Michelin para saber que la comida entra por los ojos. El emplatado es el punto de partida para despertar el interés, incluso el deseo, de saborear una receta.

Aporta creatividad a tus presentaciones. Una fórmula tan sencilla como crear un rostro sobre el plato con un par de ciruelas como ojos, una frambuesa por nariz y un plátano ya pelado como boca sonriente convierte ese plato en una auténtica experiencia para los chiquitines.

Antes hemos hablado de la imitación como factor de aprendizaje en la infancia. Recuerda cuál es el otro recurso fundamental que se utiliza: el juego. Enséñales a comer bien mediante la diversión, el entretenimiento y la alegría.

Seguro que se te ocurren un montón de innovadoras ideas para que las frutas se incorporen a ese imaginario infantil tan estimulante como imaginativo. ¿Has compartido alguna vez una fondue con tus hijos? Quizás el chocolate líquido con frutas variadas sea la opción perfecta para este bautismo.

5. Dales zumos y batidos

Aunque perdemos algunas de las propiedades de las frutas, es otra alternativa interesante. Siempre sin abusar ni sustituir por completo la ingesta de piezas.

A través de este proceso, puedes combinar opciones y crear sabores diferentes, siempre estimulantes. Es un muy buen recurso para empezar a acostumbrar al peque a aquellas variedades que menos le gustan.

En épocas calurosas, su inmediato efecto refrescante hace a estas propuestas irrechazables. ¡Qué sensación tan agradable producen! Es un atajo impecable para familiarizar a tus hijos con un montón de frutas.

6. Aplica una estrategia de comunicación

No te preocupes en exceso, no necesitas tener un máster de marketing y comunicación para hacer de tu hijo un buen consumidor frutal. Pero sí te van a venir bien algunas pautas de comunicación. Sobre todo dos:

  1. Promueve su participación al preparar las frutas. Pídele que te ayude al realizar la macedonia o las brochetas, los zumos, los batidos… Y déjale decidir qué postre frutal vais a comer.
  2. No le presiones. A través del ejemplo y los trucos mencionados, poco a poco irás venciendo sus objeciones. Déjalo a su ritmo. Si le exiges o le impones su consumo de un modo excesivo, el efecto que producirás será el contrario al buscado.

¿Por qué es imprescindible que los niños coman fruta?

Es importante que nuestros peques coman de todo: es el único camino que nos permite garantizarles una alimentación infantil saludable.

Pero, en el caso de las frutas, sus aportes positivos son tan numerosos como imprescindibles. Entre ellos:

  1. Son muy nutritivas y tienen vitaminas.
  2. Sacian sin engordar, por lo que frenan la obesidad y la anemia.
  3. Son bajas en grasas y, cuando las tienen, son saludables, como ocurre con el aguacate.
  4. Aportan hidratación y frescura.
  5. Previenen enfermedades por su carácter antioxidante y su refuerzo al sistema inmunológico.
  6. Calman las ansias de comer de un modo más saludable que otros productos, especialmente los refinados.
  7. Mejoran el funcionamiento digestivo por la presencia de fibras.

En definitiva, la fruta no deben faltar en la alimentación habitual de los niños. Si quieres vencer su rechazo inicial, apuesta por la creatividad y la mano izquierda. Aplica estos consejos y todo resultará mucho más fácil, de modo natural y al ritmo de cada uno de tus hijos.

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