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Recetas para incorporar fruta en tu alimentación

La fruta es un alimento esencial en nuestra alimentación pero sabemos que a veces puede resultar aburrido tomarla. Por eso, te traemos recetas originales para empezar a comer más fruta este verano. Como sabéis, el melón, la sandía y la  naranja son frutas refrescantes y deliciosas que no solo son perfectas para calmar la sed durante los días de calor, sino que también pueden ser ingredientes estrella en muchas recetas. Aquí te dejamos algunas ideas para que empieces a incorporar fruta en tus comidas. ¡Allá vamos!

  1. Ensalada tropical de sandía y queso feta: Seguramente ya habrás oído hablar de esta ensalada pero es que está deliciosa. La receta es bien sencilla, sólo tienes que cortar cubos de sandía, añadir el queso feta por encima, unas hojas de menta fresca y aliñar con vinagreta de limón, aceite de oliva extra virgen o… ¡a tu gusto!
  2. Gazpacho de melón: El gazpacho de melón es una versión refrescante y dulce del tradicional gazpacho. Para prepararlo tienes que mezclar melón picado, pepino, pimiento rojo, cebolla, ajo, jugo de limón y un chorrito de aceite de oliva en una licuadora hasta obtener una textura suave. Luego sirve en frío y decora con hojas de menta para una presentación fresca y apetitosa. ¡Así de simple!
  3. Pollo a la naranja: El pollo a la naranja es un plato sabroso, además puede ser un plato ideal para cuando tienes invitados en casa. La receta es bien fácil: Prepara una salsa de naranja combinando jugo de naranja fresco, ralladura de naranja, salsa de soja, miel y jengibre rallado. Marina el pollo en esta salsa durante al menos una hora y luego ásalo al horno o a la parrilla. Luego sirve el pollo acompañado de rodajas de naranja fresca para realzar los sabores.
  4. Batido de sandía y menta: Para los que, cuando llega la hora de la merienda, se quedan sin ideas, ¡aquí te traemos una! Este batido es una opción refrescante y saludable para los días calurosos que estamos viviendo ahora. Mezcla trozos de nuestra sandía sin pepitas, hojas de menta fresca, jugo de limón y un poco de agua en una licuadora hasta obtener una consistencia suave. Puedes agregar hielo para hacerlo aún más refrescante. ¡Buenísimo!
  5. Brochetas de melón envueltas en jamón serrano: Estas brochetas son una combinación de sabores dulces y salados. Te recomendamos usar nuestro melón sweetheart para darle un sabor más potente a esta receta. Corta el melón en cubos, envuelvelos con una loncha de jamón serrano y sírvelos como aperitivo. ¡Son un éxito garantizado en cualquier ocasión!
  6. Ensalada de naranja y remolacha: Combina gajos de naranja fresca, rodajas de remolacha cocida, hojas de rúcula y nueces picadas. Aliña la ensalada con una vinagreta de miel y mostaza, ¡y lista para tomar! Esta ensalada colorida y nutritiva es perfecta para disfrutar como plato principal o como acompañamiento, ¡tú eliges!

Este verano no te quedes sin comer fruta, toma nota de nuestras recetas y empieza a incorporarlas en tus comidas. ¡Quién nos iba a decir que comer fruta iba a ser tan divertido y original!

10 consejos para mantenerse en forma en verano

Si te gusta el verano sabrás que realizar cualquier tipo de actividad física es bastante más complicado debido al calor y a que necesitas descansar tras un año agotador.

Además, se unen las cenas con amigos, las comidas familiares y un cambio en la rutina que es tan favorecedor como poco aconsejable para evitar ganar peso o comenzar a experimentar problemas musculares debido a la falta de movimiento. No te preocupes, tenemos la solución para evitar todo lo anterior.

La importancia de llevar un estilo de vida saludable durante todo el año

Parece que al llegar el verano es cuando te preocupas por llevar un estilo de vida saludable. Sales más, necesitas más energía para hacer todas las actividades previstas y quieres abarcar todo lo posible para no perderte nada. Ahora bien, has de entender que tu cuerpo es como una máquina que necesita un mantenimiento constante para que realice sus funciones sin problemas.

Es decir, si te limitas a poner a punto tu organismo durante tus vacaciones, ¿por qué no adoptas esas costumbres durante todo el año? Entre otros beneficios conseguirás:

  • Evitar ganar peso y perder el que te sobra. Apostar por la salud cambia el metabolismo de tu cuerpo y te hace adelgazar, incluso si no haces ejercicio.
  • Tener más energía para hacer lo que quieras sin acusar el cansancio.
  • Reducir la presión sobre tu aparato respiratorio. Conseguirás oxigenar mejor tus músculos.
  • Fortalecer tus músculos evitando así calambres, tirones o problemas similares.
  • Controlar el estrés y la ansiedad. Vivirás con más tranquilidad y podrás concentrarte fácilmente.
  • Dormir mejor que nunca.
  • Recuperar tu autoestima.

A todo lo anterior, súmale que estarás de mejor humor, que te será más fácil socializar y que verás la vida de otro color. ¿De veras que quieres experimentar estas sensaciones solo en verano?

Aspectos que te ayudarán a conseguir tu objetivo 

Procedemos ya a comentarte los 10 consejos más eficaces para que consigas darle un positivo giro a tu vida.

Mantenerse activo y apostar por la actividad física

Mantenerse activo es siempre recomendable. Aunque sea verano y estés de vacaciones, deja el coche aparcado. Vete al mercado a comprar productos de temporada, pasea por tu ciudad, aprovecha para irte a algún pueblo cercano, para hacer una ruta por la montaña o para recorrer tu playa favorita. Con que le dediques al día una hora a caminar es suficiente.

Recuerda que caminar una media de cinco kilómetros al día en una hora te permiten perder hasta 300 calorías, estimular tu musculatura y sentirte más a gusto con el esfuerzo realizado.

Comer fruta como protagonista de tu dieta

Comer fruta es ideal en cualquier momento del año, pero en verano todavía más. Debes elegir opciones que te hidraten y que te aporten los nutrientes esenciales que necesitas para afrontar las altas temperaturas. Así, apuesta por:

  • La sandía: Un trozo de 80 gramos solo aporta 30 calorías. Te aporta 5,7 g de hidratos de carbono (energía pura), 90 miligramos de potasio (esencial para tus músculos), un 11 % de vitamina C y otros minerales como el calcio o el hierro.
  • El melón: Con un 92 % de agua por cada 100 gramos, aporta 28 calorías, 17 miligramos de magnesio, 14 de calcio, 320 de potasio y 25 de vitamina C.

Ambas opciones son tan económicas como imprescindibles, ya que su efecto saciante te ayuda a comer menos y a nutrirte de manera correcta.

Cuidado con los aperitivos

Llega la hora de la tapa y siempre apetece tomar algo antes de comer. Evita las patatas fritas y apuesta por los frutos secos o por los encurtidos (con moderación). En lugar de una cerveza o una copa de vino, prepara una limonada con mucho hielo. Lograrás el mismo efecto evitando un exceso de calorías vacías.

Las comidas en el chiringuito

Por suerte para ti, la mayoría de opciones son bastante saludables, por lo que puedes comer sin remordimientos. La paella, unas sardinas asadas, una ensalada, o un pescado a la plancha, te permiten degustar el sabor del verano. Para acompañar, nada mejor que el agua fría.

Haz un menú semanal

Puede parecerte una tarea pesada, pero te acostumbrarás. Incluye ensaladas, legumbres, carnes y pescados a la plancha, pasta y opciones saludables. Ver los platos en un cuadrante te permite saber qué tipo de nutrientes te faltan e incorporarlos fácilmente a la dieta.

Entrenar en verano

Hablábamos antes de caminar, pero entrenar en verano también es importante. Lo primero es que elijas las horas de menos calor para hacerlo. Aprovecha las últimas horas de la tarde o hazlo bien temprano por la mañana. Te recomendamos que apuestes por el entrenamiento con pesas, no es necesario que uses demasiado peso, ya que tonifica tu musculatura y te permite seguir quemando grasa durante las horas siguientes al ejercicio físico.

Igualmente, el yoga, el fitness o la natación, son otras alternativas más fáciles de llevar a cabo en verano. Lo importante es que le dediques, como mínimo, unos 30 minutos a tus músculos. No te olvides de realizar estiramientos y de calentar antes de entrenar durante unos minutos.

La hidratación

El calor provoca que necesites beber algo para paliar los efectos de las altas temperaturas en tu cuerpo. Sin embargo, se apuestan por opciones poco saludables como los refrescos azucarados o las bebidas alcohólicas. Los primeros provocan una subida de la glucosa en la sangre, las segundas alteran tu función hepática. Para hidratarse, nada mejor que beber dos litros de agua al día. No esperes a tener sed para hacerlo y conseguirás cansarte menos.

Protege tu piel

La exposición al sol aumenta y necesitas protección. Combina las alternativas físicas (gorras, camisetas, etcétera) con un protector solar eficaz que debes aplicarte 30 minutos antes de salir de casa. Lograrás retrasar la aparición de arrugas y de las líneas de expresión. Rejuvenecerás progresivamente tu aspecto y recuperarás tu autoestima cada vez que te mires al espejo.

Relájate

Hay tiempo para todo. Dedícate varias horas al día para no pensar en nada y para descansar. No olvides que tu cuerpo también necesita ajustarse a través del descanso. Repasa tu rutina de sueño para conseguir hacerlo lo mejor posible. Notarás la diferencia y conseguirás aclarar tus ideas para afrontar nuevos retos personales.

Sal a divertirte

Es esencial para tu salud mental. En verano aumentan las opciones de ocio, y seguro que te resulta fácil encontrar alguna que llevar a cabo. Igualmente, no te olvides de comer con tus amigos, de conversar y de aprovechar al máximo cada día. No lo dudes, despejar tu mente y estar un rato con la gente que te quiere es una opción a tu alcance a la que no debes renunciar.

Estas recomendaciones te ayudarán a mantener tu estado de salud en verano y durante todo el año. La actividad física, una dieta saludable y tus ganas de recuperar tu energía son elementos esenciales de tu recuperación. Dejando a un lado el sedentarismo y renovando tu dieta no tardarás en comprobar cómo reacciona tu cuerpo. Si te han gustado nuestros consejos, ¡repasa otras alternativas que te contamos en Casa Bruñó! En tus manos está comenzar ya a poner a punto tu salud y a recuperar la energía perdida.

Las mejores formas de cortar una sandía

La sandía es un alimento delicioso y refrescante que nos encanta en verano. Gracias a su gran composición de agua, el sabor dulce y el intenso color rojo de su pulpa, resulta extremadamente apetitosa al verla sobre un plato. Pero ¿tienes dificultad para cortar una sandía?

Queremos darte algunas pautas para disfrutar de este snack saludable sin dificultades, bien cortadito de forma sencilla y agradable.

Sé el anfitrión perfecto este verano

En el periodo estival no es extraño recibir visitas en casa o en el apartamento playero. Nos relacionamos más, entre otras cosas porque disponemos de más tiempo libre. Cuando tienes invitados, siempre queda bien servir un rico agasajo gastronómico.

Evidentemente, una cerveza bien fresquita, un refresco o un vaso de agua son opciones acertadas. Pero ¿qué alimento apetece en verano siempre? Es saludable, no llena, refresca y siempre sienta bien…

Comer sandía es una delicia. ¡Sírvela a tus invitados y no quedará un trozo en el plato! Además, les estás proporcionando un alimento saludable, nutritivo y rico en vitaminas, antioxidantes, minerales y licopeno.

Ahora bien, la clave está en la presentación: la comida entra por los ojos. El color rojo brillante, la esponjosidad de la textura y la carnosidad de esta apetitosa fruta son irresistibles cuando se presenta cortada para el picoteo.

Vamos a proporcionarte algunos trucos de cocina para cortarla. ¡Serás el anfitrión perfecto cada vez que la sirvas!

Las mejores técnicas para cortar y servir una sandía

¿Cómo cortar este alimento grande, con piel dura y complicado manejo? Necesitas conocer algunas técnicas útiles para trocearla. ¿Empezamos?

Sandía al cubo en rombos

Pártela en cuatro trozos iguales. Comienza por uno de ellos y realiza tres o cuatro cortes diagonales, en paralelo, desde uno de los laterales hasta la base o cáscara.

Haz un corte longitudinal entre la pulpa y la base de aproximadamente un tercio de la longitud total de esta. Gira la pieza y realiza otros tantos cortes diagonales en la siguiente cara, perpendiculares a los primeros. Al terminar, sobre la base, efectúa el corte longitudinal final, como acabas de hacer pero en el otro lado. Gira de nuevo tu sandía y procede igual en la tercera cara. Aplica también, finalmente, el corte longitudinal de un tercio de la base.

Tendrás un cuarto de sandía arlequinado, con trozos cúbicos en forma de rombos listos para ser extraídos. ¡Puedes servirla directamente así, sobre un plato adecuado!

Entrega un tenedor al comensal y este podrá ir pinchando cada cubo romboidal. La estructura facilita el consumo. ¡De la pieza a la boca!

Si prefieres darle un toque más chic a la presentación, vuelca sobre un bol el cuarto de sandía y empuja ligeramente para que los trozos se desprendan. Ayúdate con la parte roma del cuchillo o con una cuchara para verter los tacos. A partir de ahí, tú decides cómo presentar la sandía. Desde luego, la tienes lista para preparar una brocheta, por ejemplo.

Sandía en cubos por rodajas

Este procedimiento es bastante diferente. Toma la sandía y quítale ambos extremos con el cuchillo, así ganarás estabilidad al apoyarla sobre esa zona. Retira los dos casquetes obtenidos como desperdicio. Cuanto mayores hayan sido, más estable resultará el conjunto.

Coloca la sandía en vertical y realiza sucesivos cortes, de arriba a abajo, para descortezarla. Ve girándola suavemente después de cada corte y antes de empezar el siguiente para que te resulte más cómodo hacerlo. Una vez concluido este proceso, retira la corteza y depura el acabado de la pulpa: usa el cuchillo para repasar los trozos de corteza blanca que sigan adheridos. Cuando obtengas el bloque compacto de pulpa deseado, procede a cortarlo.

De nuevo en vertical, comienza por el extremo derecho (si eres diestro). Corta un fina tira y retírala también como desecho, es una zona con menos sabor. Seguidamente, ve cortando la fruta en rodajas. Apílalas de dos en dos y trocéalas en forma de bastones. Mantén el bloque compacto, gíralo y realiza los cortes paralelos necesarios para conseguir los tacos que deseas.

¿Una curiosidad? Utilizando este método, algunos avanzados especialistas son capaces de pelar una sandía en menos de 15 segundos. Es mejor que no lo intentes, lo que quieres es quedar bien con tus invitados, no batir un récord Guinness.

Sandía en rodajas

Aplica el mismo procedimiento del apartado anterior, pero ahorrándote el último paso. Cuando tengas las rodajas, antes de volver a trocearlas para formar cubos, coloca el bloque sobre un plato o una bandeja y empuja la sandía en diagonal para que las distintas rodajas se deslicen y formen el dibujo deseado.

Sandía ondulante sobre corteza

Es un sistema sencillo, práctico y menos vistoso en plato que los anteriores, pero también es una buena alternativa. Separa la sandía en dos mitades y, a continuación, haz lo propio con cada una de ellas. A continuación, coge ese cuarto y pasa el cuchillo entre la pulpa y la corteza apurando más hacia la zona roja que hacia la blanca.

Mantén el conjunto sobre su corteza y efectúa varios cortes paralelos de arriba abajo, como si filetearas un bloque de carne. Tú decides la anchura de cada trozo, aunque es preferible que tengan, como mínimo, dos o tres centímetros. Con cuidado, desplaza los trozos impares hacia delante y los pares hacia atrás, o viceversa, y sirve esta rodaja decorada con su propio fruto sobre un plato bonito.

Sandía autoservicio

Parte en dos tu sandía y sitúa boca abajo la mitad que quieres trocear sobre la bandeja en la que vas a servirla. Utiliza un cuchillo bien afilado y cortante.

Procede a realizar cortes paralelos de derecha a izquierda en toda ella, como si fueras a partirla en rodajas. Sin separar las partes y manteniendo la pieza compacta, haz lo mismo de arriba a abajo. Tendrás ante ti la corteza de media sandía totalmente cuadriculada.

Cada persona puede coger su taco directamente del conjunto y, al extraerlo, obtener una estupenda ración de sandía lista para ser comida.

Sandía en brochetas para bol

Se trata de un procedimiento original que funciona muy bien. Es parecido, en principio, al apartado anterior, aunque, en este caso, debes hacerlo con la sandía sin corteza sobre una base de corte.

Coloca tu media sandía sin corteza boca a abajo y córtala como en el punto previo. Primero de derecha a izquierda con secciones paralelas y, después, de arriba a abajo. Una vez que la tienes cuadriculada, coge un bol del tamaño de la media sandía y encájalo sobre la fruta.

A continuación, con ayuda de la propia base de corte, dale la vuelta para obtener un estupendo bol de trozos de sandía. Coloca unos palillos largos de brochetas y, de este modo, cada cual puede servirse su pieza fácilmente.

Un verano con sabor

A modo de conclusión, queremos insistir en que comer sandía en verano es una opción apetitosa, refrescante y altamente recomendable que te hará quedar genial si la ofreces a tus invitados. Está muy rica, sabe genial, es nutritiva y quita la sed de forma duradera. ¿Qué más se puede pedir a un snack saludable en estas fechas?

El principal freno suele ser la pereza: pelarla y trocearla es más laborioso que abrir una cerveza. Sin embargo, como has podido leer, cortar la sandía con rapidez es más fácil de lo que parece. Solo necesitas conocer las técnicas adecuadas e ir adquiriendo ciertas destrezas.

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Consejos para que tu picnic sea un éxito

Sin duda, comer al aire libre en familia es uno de los planes más apetecibles del verano. Momentos inolvidables que se desarrollan en localizaciones naturales como el campo, el jardín, un parque, la playa o la montaña.

Comidas al aire libre: la mejor forma de compartir con tus seres queridos

Las comidas al aire libre son fáciles de preparar en el lugar de residencia habitual o en el destino de vacaciones. Un picnic es la propuesta ideal para elaborar un menú saludable por un precio muy asequible. Es decir, esta es la mejor ocasión para redescubrir los alimentos de siempre desde una perspectiva diferente.

La naturaleza aporta un entorno relajado que resulta esencial para disfrutar con calma de los sabores y texturas de los alimentos. De este modo, el placer de la gastronomía se complementa con una agradable conversación. Además de compartir estos instantes, es posible disfrutar de la lectura al aire libre. Selecciona algún libro para leer en voz alta una historia breve. Por otra parte, los niños pueden jugar en el entorno próximo elegido para esta celebración.

Si te apetece inmortalizar algunos de los momentos de la jornada, la luz natural aporta una mayor calidad a las fotografías familiares que reflejan la felicidad del encuentro. Un pícnic es una experiencia deliciosa y también educativa. Después de haber pasado un tiempo en el sitio elegido, debes asegurarte de que todo se encuentra en perfectas condiciones.

Por tanto, como puedes ver, las comidas al aire libre son la mejor forma de compartir tiempo de calidad con los seres queridos. Tienen un elevado valor emocional porque aportan recuerdos compartidos. Finalmente, te permiten descubrir lugares con encanto en el turismo de proximidad o durante un viaje de vacaciones.

¿Qué debemos considerar al organizar un picnic?

A continuación, vas a descubrir algunas claves sencillas para planificar una comida al aire libre.

1. Anota el menú en una libreta

Realiza una lista con todo lo que necesitas comprar. Es especialmente importante que evites cualquier exceso, no está bien visto tirar comida que hace falta en otra parte. Esta es la mejor medida para que no queden restos y sobras desaprovechadas. Intenta elaborar recetas que gusten a todos los comensales. Lo más importante es disfrutar y pasar un buen rato.

2. Llévalo todo en una cesta

Este es un elemento práctico que te permite transportar fácilmente todos los ingredientes. Una cesta de mimbre, por ejemplo, posee una estética muy natural y, además, resulta muy práctica para este tipo de plan. ¿Cómo organizar los productos en el interior de forma adecuada? Los elementos más pesados deben estar situados en la base. Coloca aquellos que sean más ligeros en la parte alta porque, en caso contrario, pueden estropearse.

3. Mantel grande para el pícnic

¿Ya has elegido la localización en la que disfrutar de una comida familiar? Un mantel grande es un elemento imprescindible para enmarcar la zona. Un detalle muy acogedor que no puede faltar en este tipo de iniciativa. El tamaño de este producto estará en relación con el número de comensales. Elige un mantel con una textura agradable. Por ejemplo, un diseño con un estampado de cuadros nunca pasa de moda. Podrás situarlo directamente sobre el suelo o en una mesa pequeña.

Es un plan que se lleva a cabo, habitualmente, en meses con temperaturas agradables. Si ves que hace demasiado calor, busca lugares que cuenten con un rincón de sombra. Aquellas zonas verdes, con árboles altos, aportan un agradable refugio. También puedes llevar una sombrilla para utilizarla cuando lo necesites.

4. Apuesta por la fruta para el postre: melón, sandía…

Sin duda, este es uno de los momentos más especiales, ya que pone el broche final a la velada. Aporta un toque refrescante que resulta muy apetecible. La sandía y el melón son dos de las opciones que triunfan en verano, ya que aportan sabor y color al menú de la jornada.

Si planificas este plan durante un día agradable de invierno, incluye mandarinas o naranjas en el menú, puedes pelarlas fácilmente. Llevar fruta de postre es un ejemplo de cómo es posible preparar un menú delicioso en muy poco tiempo.

5. Bebidas

Cuida todos los detalles del plan. El agua es la opción principal que no debe faltar en el encuentro. Los zumos y algunos refrescos también pueden formar parte de la comida al aire libre. ¿Cómo conservar las bebidas frescas en días marcados por las altas temperaturas? Utiliza una nevera portátil. Podrás tenerlo todo listo para degustarlo al momento. Además, es recomendable guardarlas en un lugar distinto al de la comida.

Elige una localización que esté próxima al hogar. De este modo, va a transcurrir muy poco tiempo entre el momento en el que has preparado las recetas y la hora de la comida. No solo es posible incorporar la fruta en el postre, sino también en la bebida. Los zumos son muy refrescantes y apetecibles en cualquier época del año. ¡Inclúyelos en tu lista de ingredientes!

6. Escoge comida que sea muy fácil de llevar

Este es uno de los criterios que pueden ayudarte a seleccionar los platos que formen parte del menú. Las elaboraciones realizadas deben ser fácilmente transportables. Los sándwiches tienen el formato ideal para organizar una comida para varias personas. Esta receta, además, encanta a los niños. El bocadillo es otra propuesta perfecta para la ocasión. Las ensaladas también ofrecen múltiples posibilidades. Aparte del clásico plato de lechuga, puedes realizar una ensalada de pasta. El gazpacho es otra de las opciones más refrescantes.

7. No te olvides de los productos para picar

El picoteo es una opción habitual en una comida organizada entre personas convivientes. Por ello, los frutos secos, que resultan tan energéticos, pueden formar parte de un buen menú. El momento también es ideal para degustar con calma una variedad de quesos.

8. Cuida la seguridad alimentaria

Comer al aire libre es una experiencia muy agradable. Pero recuerda que la seguridad alimentaria es imprescindible en este contexto. Por ello, descarta todos aquellos alimentos y recetas que puedan estropearse. En este sentido, es importante evitar la mayonesa.

Los platos elaborados deben estar perfectamente preparados y cocinados para garantizar su óptimo estado de conservación. Las recetas de tortilla suelen formar parte de un menú de este tipo. Sin embargo, esta propuesta puede presentar algún riesgo en jornadas marcadas por las altas temperaturas. Por ello, busca otras alternativas.

9. Pan

Hay ingredientes que no pueden faltar en una comida en casa o fuera de ella. El pan es uno de los productos indispensables para acompañar algunas de las propuestas del menú.

10. Vajilla de exterior

Es recomendable que los vasos, platos y cubiertos sean reutilizables. Estos productos de larga vida resultan verdaderamente prácticos. Podrás usarlos en próximos encuentros familiares durante otras épocas del año. Y, finalmente, añade servilletas a la lista de cosas que necesitas para organizar una jornada especial.

Sin duda, comer al aire libre es uno de los planes preferidos de muchas familias. Una actividad que puede convertirse en una tradición durante las vacaciones que compartes con tus seres queridos. Estos consejos prácticos pueden ayudarte a organizar momentos inolvidables. Una excelente compañía, un paisaje natural y un buen menú son los elementos principales.

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