La naturaleza dice que estás en el punto justo de maduración. Piérdele el miedo a envejecer

Cuando has probado un melón en su punto óptimo de madurez, seguramente te has emocionado con su dulce sabor y esa textura tan sabrosa que no se puede olvidar. Esta fruta no es lo único que mejora con el tiempo, también lo hacen las personas. Por eso, hacerse mayor no debe implicarte ningún temor, ya que es una etapa preciosa de la vida que puede vivirse tan intensamente como cualquier otra e, incluso, mejor.

¿Por qué tenemos miedo a envejecer?
Envejecer suele implicar un gran temor para muchas personas. Por un lado, el cambio físico que representa ejerce sobre mucha gente una falta de aceptación. Las primeras arrugas a veces no son bien vistas por quienes las experimentan. Esto hace que sientan una autoestima baja y, en ocasiones, un rechazo social.

Por otro lado, como bien sabes, el hecho de madurar solo puede traerte beneficios, ya que sabes mejor que nadie lo que quieres y has vivido lo suficiente para saber qué es importante en la vida. A pesar de lo anterior, existen otros miedos que son difíciles de superar porque, de alguna forma, la edad y el paso de los años dejan mella.

Causas sociales
Aunque la sociedad reconozca a sus mayores, esto no suele ser suficiente para muchos de nosotros. La jubilación, deseada por algunos y temida por otros, implica un cambio drástico en nuestras vidas. Si eres de los que no desean jubilarse o ya has pasado por ello, sabrás que todo cambia a tu alrededor. Llegas a un estatus no siempre deseado e, incluso, corremos el riesgo de que nos traten como abuelos, a pesar de que ni siquiera tengamos nietos. Obviamente, tener nietos es una experiencia preciosa cuando se puede disfrutar de esos pequeños correteando por toda la casa, pero también es cierto que no nos vemos como abuelos hasta que se nos cae la baba con nuestros descendientes. Sólo pedimos que no nos vean como inútiles por llegar a cierta edad. Tanto hemos vivido que sería injusto si no nos tienen en cuenta.

Causas fisiológicas
No podemos escapar de las causas fisiológicas. Habrás notado que, conforme vas cumpliendo años, tu cuerpo va cambiando. Es normal que se te dificulten algunas cosas; obviamente, dejamos de ser chiquillos y comienzan los problemas hormonales, los dolores de huesos, cambios de presión y un etcétera tan largo que, mejor, ni pensarlo.
Después, tenemos esas enfermedades tan mal asociadas a la edad, como el Alzhéimer o el Parkinson, que realmente están asociadas a los genes, pero no podemos dejarnos caer en ellas conforme se cumplen los años. Así, si empezamos a notar algún olvido nos empezamos a dar cuenta de que nos hemos vuelto más hipocondríacos. Muchos se niegan a aceptar la edad y buscan verse joviales, pero todos sabemos que el cuerpo maduro no es el mismo que cuando éramos jóvenes. Aun así, no debes olvidarte de esas ventajas que los años te ofrecen. Sólo compárate con una fruta madura, como el melón.

Causas psicológicas
En verdad, existen más causas psicológicas relacionadas con el miedo a envejecer, en comparación con el estado físico. Vernos más incompetentes, al mismo tiempo que nos olvidamos de toda nuestra experiencia, o creernos inútiles cuando no lo somos, son algunas de las preocupaciones que nos afectan en cada cumpleaños.
Por otro lado, la juventud puede ser implacable con la gente madura, sobre todo si quiere competir con ella. Después, está el terror de ver cómo nos quedamos solos, aunque tengamos una enorme familia. Sentir que, poco a poco, los hijos van haciendo sus vidas y crean su hogar fuera del nuestro nos acerca al fantasma de la soledad. Del mismo modo, cuando examinamos toda nuestra existencia, a veces se nos puede hacer un nudo en la garganta si analizamos un pasado mucho más largo que el futuro que nos espera. Hemos vivido mucho, pero sabemos que nos queda aún mucho por conocer, a pesar de nuestra edad.

El proceso de maduración en la naturaleza
La fruta de temporada supone un disfrute mucho mayor que lo que nos producen otros alimentos. La naturaleza nos ha dotado de verdaderos manjares que no podemos dejar pasar. Por eso, esperar a esa fruta tan deseada, que tanto nos refresca, merece la pena. Lo único que pedimos es que esté madura, porque si no, no la querremos comprar. En ocasiones, la maduración de muchas frutas nos parece demasiado lenta e intentamos acelerarla con algunos trucos, para disfrutar lo antes posible de su sabor dulce. El proceso que debe alcanzar el producto para estar en su punto se parece mucho a la madurez humana.
La piel del melón se asemeja a la nuestra cuando llegamos a la madurez. La podemos sentir ligeramente rugosa y, en ocasiones, dura, pero sabemos que lo que alberga dentro es un fruto dulce y sabroso, que no nos queremos perder. Así debemos ver el pasar de los años. Las arrugas son lo de menos, una señal de que estás en la plenitud de tu vida, en el momento más jugoso de tu dulce existencia.

Luce tus arrugas con orgullo con estos consejos
Tener arrugas no es el fin del mundo. Olvídate de pensar en cirugías que las haga desaparecer o en productos que te hacen perder toda la expresión de tu rostro. La arruga es un símbolo de experiencia, a veces de lucha y, otras, de haber llevado una vida envidiable. Son muchas historias las que cuentan estas señales que, por lo general, aparecen en el rostro. Debes saber llevarlas con orgullo, porque son parte de ti y a mucha gente les parecen atractivas, aunque pienses lo contrario.

No escondas tus arrugas con maquillaje
Muchas mujeres deciden aplicar capas y capas de maquillaje con tal de hacer desaparecer esas señales de la edad. Cuando te aplicas tantos cosméticos, no solo estás maltratando más tu epidermis, sino que escondes esa esencia que hay en ti. Muestra que eres una persona con seguridad y deja la creencia de que el maquillaje te puede reducir años, ya que este, cuando se te pasa la mano, suele ser demasiado evidente para los demás.

A mucha gente le resulta más atractiva la arruga
Quizás estás pensando en esconder tus arrugas y, tal vez, a esa persona que estás por conocer le gusten. Si aún estás buscando una pareja, porque ya te enteraste que el amor no tiene edad, debes saber que siempre hay gente que ve en la arruga ese atractivo que representa la edad madura. Luce con orgullo esa experiencia que se muestra en tu rostro y no temas porque te vean como eres. Es posible que quieran conocer más de ti en la intimidad, así que no te escondas detrás de tratamientos sin sentido.

No dejes de cuidar tu piel
Aunque se te hayan marcado las primeras arrugas, que puedes lucir con la cabeza bien alta, siempre puedes cuidar tu piel de los agentes externos que suelen maltratarla. Por eso, nunca está de más que uses protección solar cada vez que salgas, así como cremas hidratantes, que otorguen suavidad a tu epidermis.
También deberás mantener una dieta adecuada, ya que cada alimento que ingieres queda reflejado en tu piel. Así que, evita el tabaco y el alcohol, optando por verduras y frutas, como el melón en su punto de madurez. Efectivamente, un melón en su punto óptimo de madurez se puede asemejar perfectamente a esa etapa de la vida que tanto solemos temer. Cumplir años es un privilegio, como probar la fruta que tenemos para ti.

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