Las mejores formas de cortar una sandía

La sandía es un alimento delicioso y refrescante que nos encanta en verano. Gracias a su gran composición de agua, el sabor dulce y el intenso color rojo de su pulpa, resulta extremadamente apetitosa al verla sobre un plato. Pero ¿tienes dificultad para cortar una sandía?

Queremos darte algunas pautas para disfrutar de este snack saludable sin dificultades, bien cortadito de forma sencilla y agradable.

Sé el anfitrión perfecto este verano

En el periodo estival no es extraño recibir visitas en casa o en el apartamento playero. Nos relacionamos más, entre otras cosas porque disponemos de más tiempo libre. Cuando tienes invitados, siempre queda bien servir un rico agasajo gastronómico.

Evidentemente, una cerveza bien fresquita, un refresco o un vaso de agua son opciones acertadas. Pero ¿qué alimento apetece en verano siempre? Es saludable, no llena, refresca y siempre sienta bien…

Comer sandía es una delicia. ¡Sírvela a tus invitados y no quedará un trozo en el plato! Además, les estás proporcionando un alimento saludable, nutritivo y rico en vitaminas, antioxidantes, minerales y licopeno.

Ahora bien, la clave está en la presentación: la comida entra por los ojos. El color rojo brillante, la esponjosidad de la textura y la carnosidad de esta apetitosa fruta son irresistibles cuando se presenta cortada para el picoteo.

Vamos a proporcionarte algunos trucos de cocina para cortarla. ¡Serás el anfitrión perfecto cada vez que la sirvas!

Las mejores técnicas para cortar y servir una sandía

¿Cómo cortar este alimento grande, con piel dura y complicado manejo? Necesitas conocer algunas técnicas útiles para trocearla. ¿Empezamos?

Sandía al cubo en rombos

Pártela en cuatro trozos iguales. Comienza por uno de ellos y realiza tres o cuatro cortes diagonales, en paralelo, desde uno de los laterales hasta la base o cáscara.

Haz un corte longitudinal entre la pulpa y la base de aproximadamente un tercio de la longitud total de esta. Gira la pieza y realiza otros tantos cortes diagonales en la siguiente cara, perpendiculares a los primeros. Al terminar, sobre la base, efectúa el corte longitudinal final, como acabas de hacer pero en el otro lado. Gira de nuevo tu sandía y procede igual en la tercera cara. Aplica también, finalmente, el corte longitudinal de un tercio de la base.

Tendrás un cuarto de sandía arlequinado, con trozos cúbicos en forma de rombos listos para ser extraídos. ¡Puedes servirla directamente así, sobre un plato adecuado!

Entrega un tenedor al comensal y este podrá ir pinchando cada cubo romboidal. La estructura facilita el consumo. ¡De la pieza a la boca!

Si prefieres darle un toque más chic a la presentación, vuelca sobre un bol el cuarto de sandía y empuja ligeramente para que los trozos se desprendan. Ayúdate con la parte roma del cuchillo o con una cuchara para verter los tacos. A partir de ahí, tú decides cómo presentar la sandía. Desde luego, la tienes lista para preparar una brocheta, por ejemplo.

Sandía en cubos por rodajas

Este procedimiento es bastante diferente. Toma la sandía y quítale ambos extremos con el cuchillo, así ganarás estabilidad al apoyarla sobre esa zona. Retira los dos casquetes obtenidos como desperdicio. Cuanto mayores hayan sido, más estable resultará el conjunto.

Coloca la sandía en vertical y realiza sucesivos cortes, de arriba a abajo, para descortezarla. Ve girándola suavemente después de cada corte y antes de empezar el siguiente para que te resulte más cómodo hacerlo. Una vez concluido este proceso, retira la corteza y depura el acabado de la pulpa: usa el cuchillo para repasar los trozos de corteza blanca que sigan adheridos. Cuando obtengas el bloque compacto de pulpa deseado, procede a cortarlo.

De nuevo en vertical, comienza por el extremo derecho (si eres diestro). Corta un fina tira y retírala también como desecho, es una zona con menos sabor. Seguidamente, ve cortando la fruta en rodajas. Apílalas de dos en dos y trocéalas en forma de bastones. Mantén el bloque compacto, gíralo y realiza los cortes paralelos necesarios para conseguir los tacos que deseas.

¿Una curiosidad? Utilizando este método, algunos avanzados especialistas son capaces de pelar una sandía en menos de 15 segundos. Es mejor que no lo intentes, lo que quieres es quedar bien con tus invitados, no batir un récord Guinness.

Sandía en rodajas

Aplica el mismo procedimiento del apartado anterior, pero ahorrándote el último paso. Cuando tengas las rodajas, antes de volver a trocearlas para formar cubos, coloca el bloque sobre un plato o una bandeja y empuja la sandía en diagonal para que las distintas rodajas se deslicen y formen el dibujo deseado.

Sandía ondulante sobre corteza

Es un sistema sencillo, práctico y menos vistoso en plato que los anteriores, pero también es una buena alternativa. Separa la sandía en dos mitades y, a continuación, haz lo propio con cada una de ellas. A continuación, coge ese cuarto y pasa el cuchillo entre la pulpa y la corteza apurando más hacia la zona roja que hacia la blanca.

Mantén el conjunto sobre su corteza y efectúa varios cortes paralelos de arriba abajo, como si filetearas un bloque de carne. Tú decides la anchura de cada trozo, aunque es preferible que tengan, como mínimo, dos o tres centímetros. Con cuidado, desplaza los trozos impares hacia delante y los pares hacia atrás, o viceversa, y sirve esta rodaja decorada con su propio fruto sobre un plato bonito.

Sandía autoservicio

Parte en dos tu sandía y sitúa boca abajo la mitad que quieres trocear sobre la bandeja en la que vas a servirla. Utiliza un cuchillo bien afilado y cortante.

Procede a realizar cortes paralelos de derecha a izquierda en toda ella, como si fueras a partirla en rodajas. Sin separar las partes y manteniendo la pieza compacta, haz lo mismo de arriba a abajo. Tendrás ante ti la corteza de media sandía totalmente cuadriculada.

Cada persona puede coger su taco directamente del conjunto y, al extraerlo, obtener una estupenda ración de sandía lista para ser comida.

Sandía en brochetas para bol

Se trata de un procedimiento original que funciona muy bien. Es parecido, en principio, al apartado anterior, aunque, en este caso, debes hacerlo con la sandía sin corteza sobre una base de corte.

Coloca tu media sandía sin corteza boca a abajo y córtala como en el punto previo. Primero de derecha a izquierda con secciones paralelas y, después, de arriba a abajo. Una vez que la tienes cuadriculada, coge un bol del tamaño de la media sandía y encájalo sobre la fruta.

A continuación, con ayuda de la propia base de corte, dale la vuelta para obtener un estupendo bol de trozos de sandía. Coloca unos palillos largos de brochetas y, de este modo, cada cual puede servirse su pieza fácilmente.

Un verano con sabor

A modo de conclusión, queremos insistir en que comer sandía en verano es una opción apetitosa, refrescante y altamente recomendable que te hará quedar genial si la ofreces a tus invitados. Está muy rica, sabe genial, es nutritiva y quita la sed de forma duradera. ¿Qué más se puede pedir a un snack saludable en estas fechas?

El principal freno suele ser la pereza: pelarla y trocearla es más laborioso que abrir una cerveza. Sin embargo, como has podido leer, cortar la sandía con rapidez es más fácil de lo que parece. Solo necesitas conocer las técnicas adecuadas e ir adquiriendo ciertas destrezas.

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