¿Necesitas cambiar de alimentación? Señales que te lo indican

Muchas personas no saben que una dieta sana puede ser la base para gozar de una salud fuerte por  muchos años. Como ya decía Hipócrates, la alimentación puede ser perfectamente tu medicina. Por  supuesto, es clave saber que no todo tipo de comestibles existentes en el mercado pueden aportarte  los nutrientes necesarios para que tu organismo funcione adecuadamente. En este artículo, te  hablamos más sobre cómo puede darse un cambio de alimentación de forma efectiva y con buenos  resultados.

¿Tienes una alimentación deficiente? Así es cómo tu cuerpo te avisa  

Antes de hablar sobre alimentos que son clave para tu salud, es preciso detectar cuándo tu cuerpo  necesita un cambio con respecto a hábitos alimenticios. Estas son algunas de las señales que debes  considerar. ¿Te identificas con algunas de ellas?

Sientes hinchazón y gases 

Una alimentación inadecuada puede ser la responsable de que tu sistema digestivo no esté  funcionando al 100 %. En todo caso, al consumir alimentos poco nutritivos o con muy poca fibra,  puede ser que sientas un exceso de inflamación en todo tu organismo, sobre todo en el abdomen. Si  comes cosas que son muy difíciles de digerir, o que dañan la flora intestinal, se pueden crear más  gases de lo habitual, dolores e, incluso, una distensión notoria. Un ejemplo vendría a ser el de tomar  alcohol de forma frecuente. Este producto no solo es nocivo para el hígado, sino también para el  estómago, intestino delgado y grueso.

Por otro lado, cuando consumes alimentos proinflamatorios (por ejemplo, precocinados con exceso  de aceites vegetales nocivos) induces a que el organismo se inflame para combatir contra toxinas o  compuestos perjudiciales.

Te falta energía y vitalidad 

El hecho de sentirte fatigado o de no llegar al final del día con suficiente energía, es uno de los  puntos más destacables para saber que no estás comiendo adecuadamente. Muchas personas  sienten una falta de vitalidad que les impide realizar sus actividades con normalidad. Si te estás  alimentando de forma incorrecta, es posible que no estés proporcionando al organismo el  combustible necesario. La energía de calidad se encuentra en alimentos poco procesados, no en  aquellos que tienen elevada cantidad de calorías en una ración reducida.

Tienes cambios de humor o careces de bienestar psíquico 

¿Has sentido últimamente caer en el pesimismo extremo? O, quizás, ¿te sientes más vulnerable  psíquicamente frente a determinadas situaciones? Si tu alimentación carece de determinados  aminoácidos que puedan ayudar a secretar la dopamina o serotonina (la hormona de la felicidad), es  posible que sientas tu estado anímico más decaído de lo habitual.

Tu piel está reseca o tu cabello se cae en exceso: prueba a comer fruta, es muy saludable Los alimentos que tienen vitaminas del grupo B y C pueden ayudar a que tu piel se vea joven y  rejuvenecida. No obstante, si no los consumes, puedes notar cómo la piel vira a un color más opaco  y a una textura más gruesa e incluso seca.

Con respecto al pelo, ocurre algo parecido. Las comidas que cubran los requerimientos de dichas  vitaminas y de determinados minerales (como el zinc o el selenio) te ayudarán a que crezca fuerte,  frondoso y saludable. Recuerda que, si observas un exceso de caída de pelo, es posible que tu  organismo no esté recibiendo dichos nutrientes en cantidades adecuadas.

Has ganado peso o no puedes perderlo con facilidad con tu estilo de vida 

Si has sentido en estas últimas semanas o meses que has ganado peso, es posible que no estés  cuidando lo suficiente la dieta. Pero el problema real está en que tu cuerpo no pueda perderlo con  facilidad. Es en este punto cuando hay que hacer un cambio drástico de alimentación para evitar  ganar más kilos que puedan ser más complicados de bajar en un futuro.

Una alimentación alta en calorías vacías, pocos nutrientes, grasas nocivas y muchos azúcares  simples puede incrementar el peso de una forma fácil en el organismo. También alterará tu  metabolismo negativamente. Recuerda que la obesidad o el sobrepeso pueden predisponer a su vez  a enfermedades cardiovasculares, respiratorias, musculoesqueléticas e, incluso, cáncer.

Has empezado a tener acné 

¿El acné es solo de adolescentes? Por supuesto que no. Si una persona observa que le crecen más  granitos de lo normal, es posible que su dieta esté influyendo.

Muchos alimentos proinflamatorios pueden producir también cambios drásticos sobre la producción  de sebo en la piel. Aquellos que tienen un exceso de grasas y azúcares simples (como las tabletas de  chocolate de mala calidad) podrían provocar esta situación.

El consumo de bebidas alcohólicas también podría romper con el bienestar en tu cuerpo,  especialmente con tu piel. Por esta razón, es clave reducir drásticamente su consumo para empezar  a notar cómo desaparecen esos molestos granitos e incluso las espinillas.

Cambios que te ayudarán a sentirte mejor  

Uno de los primeros cambios que debes aplicar es retirar de tu cocina aquellos productos que estén  excesivamente industrializados. Procura prescindir de aquellos que tengan una larga lista de  ingredientes, pues suelen ser los más procesados.

Cabe destacar que los alimentos más procesados tienen nutrientes de poca calidad y apenas te  aportan vitaminas y minerales. Estos últimos son necesarios para que el organismo realice los  procesos metabólicos para obtener energía, para construir estructuras en tu organismo (cabello, piel  y uñas sanas), etc.

Por otro lado, escoge alimentos que estén poco manipulados. Comer fruta (tres o cuatro piezas al  día) puede ser un buen aliciente para empezar a cuidar tu organismo. Estas suelen aportar altas  cantidades de vitaminas (especialmente la C y las del grupo B) y antioxidantes (compuestos que  reducen la producción de radicales libres nocivos en el organismo).

Además, si quieres tener más variedad en tu dieta, te recomendamos aprender a realizar platos  sabrosos (ensaladas con frutas, batidos, pinchos de fruta?). Esta puede ser una manera muy especial  para degustar cada día un manjar mientras hidratas el organismo y le aportas los nutrientes  necesarios. Psíquicamente, puede ser entretenido y motivante.

Y ¿qué otros cambios en estilo de vida puedes realizar? Por ejemplo, intenta dejar de lado el miedo  hacia las grasas. Está claro que aquellas que son nocivas (como la que proviene del aceite de palma)  hay que procurar no consumirlas. Sin embargo, las saludables que provienen del aceite de oliva,  aguacate o frutos secos, pueden ser totalmente necesarias para estimular tu metabolismo, para  saciarte y para cuidar de tu salud cardiovascular. Cada día podrías consumir un puñado de frutos  secos junto a una fruta para merendar o, incluso, para complementar en la hora del almuerzo.

Por último, aconsejamos consumir verdura en cada comida que realices. Esta debe ocupar al menos  la mitad del plato entero que vayas a consumir. De este modo, aportarás también vitaminas,  antioxidantes y minerales con una importante cantidad de fibra que ayudará a que tu sistema  digestivo se mantenga saludable. Recuerda que la fibra también promueve el crecimiento de flora  bacteriana o microbiota beneficiosa (protege tu intestino de enfermedades como el cáncer de colon).

Está claro que para sentirse sano no hay por qué sufrir. Si deseas hacer un cambio de alimentación, solo necesitas sustituir algunos de los alimentos que antes consumías por otros más sanos. Intenta  moderar las cantidades y evita los productos más industrializados. Además, procura elegir la fruta u  otros productos de proveedores confiables para saber que han sido manipulados con  profesionalidad.

¡Te animamos a que pongas en marcha todos estos cambios y sigas investigando  más en nuestra web sobre hábitos saludables!