¿Por qué es necesario proteger el suelo?

El 7 de julio se celebra el Día Internacional de la Conservación del Suelo. Se eligió esta fecha, porque el 7 de julio de 1960 falleció Hugh Hammond Bennett, un científico estadounidense que demostró la relación directa que existe entre el cuidado del suelo y su capacidad productiva.

El motivo de esta celebración es concienciar a la sociedad sobre el impacto de la explotación y la contaminación de los suelos en la destrucción del entorno natural. Un factor de riesgo que pone en peligro la supervivencia de miles de especies en todo el mundo.

Conservación del suelo: datos clave

El suelo es un recurso muy complejo que actúa de soporte de todas las formas de vida que existen. Se trata de un recurso no renovable, y en la actualidad la pérdida del suelo es uno de los problemas ambientales más importantes que existen a nivel global.

Según varios estudios científicos, la naturaleza tarda dos siglos en producir tan solo un centímetro de suelo fértil. Por esta razón, es fundamental que ciudadanos, empresas y gobiernos hagan todo lo que está en su mano para protegerlo.

Son dos los principales problemas que afectan al suelo en la actualidad:

  • Desertificación: es el proceso de degradación mediante el cual el suelo fértil pierde parcial o totalmente la capacidad productiva. Aunque las causas pueden ser de lo más variadas, las más frecuentes son la deforestación y la explotación.
  • Aumento de la población: para garantizar las necesidades alimenticias de la población mundial se necesitan como mínimo 1.000 millones de hectáreas. Esto provoca una presión constante sobre los recursos naturales.

¿Cuáles son los beneficios de mantener y proteger un suelo sano?

Con motivo del Día de Conservación del Suelo, es interesante conocer algunos beneficios del terreno cuando está sano. Lo primero a tener en cuenta es que es la base de la agricultura, y proporciona los nutrientes que las plantas necesitan para desarrollarse y crecer adecuadamente.

A esto hay que sumar que para que los alimentos sean de buena calidad y nutritivos, es necesario que el suelo esté sano. También absorbe mucho CO2, lo que ayuda a reducir el impacto de las emisiones de este gas y, por lo tanto, es un gran aliado para luchar contra el cambio climático.

Además, el suelo sano es fundamental para el correcto mantenimiento de la biosfera. Sustenta microorganismos que evitan la proliferación de numerosas enfermedades.

¿Cómo proteger el suelo?

Existen diferentes métodos de conservación del suelo, siendo la reforestación uno de los más importantes, la cual consiste en reponer la vegetación que había anteriormente en una determinada zona.

Para evitar que el suelo se agote y aumentar la productividad, la rotación de cultivos es una muy buena estrategia. En ella se alternan los diferentes tipos de plantas que se cultivan en un lugar en concreto.

Y más allá de asuntos productivos, ¿podemos hacer algo como ciudadanía?

Si tienes un jardín en casa, tú también puedes contribuir a la conservación del suelo con un cuidado adecuado del mismo.

Para evitar la erosión del viento, puedes cultivar una hilera de árboles, de tal manera que actúen como una barrera contra el viento. Esto es muy útil para que la capa superior del suelo se seque.

Si no quieres perturbar el suelo, puedes construir el jardín sin necesidad de cavar. Es tan sencillo como cultivar las plantas por encima de la superficie.

Durante la temporada de cultivo, es recomendable que esparzas una capa muy fina de mantillo alrededor de la base de las plantas. Esto ayudará a conservar los nutrientes y la humedad.

Es resumen, es necesario que todo el mundo tome conciencia acerca de la necesidad de preservar la superficie terrestre. La conservación del suelo es una prioridad.